21 de febrero: Día Internacional de la Lengua Materna
«La lengua materna, la de las primeras palabras y la expresión del pensamiento individual, constituye el cimiento biográfico y cultural de cada persona….Las lenguas son, de manera intrínseca, vectores de comprensión del prójimo y de tolerancia. El respeto de todos los idiomas es un factor decisivo para garantizar la coexistencia pacífica, sin exclusión, de todas las sociedades y, dentro de ellas, de todos sus miembros».
Extracto del mensaje de la Sra. Irina Bokova, Directora General de la UNESCO
«Los idiomas son esenciales para la identidad de las personas y los grupos humanos y para su coexistencia pacífica, y constituyen además un factor estratégico para avanzar hacia el desarrollo sostenible y la articulación armoniosa entre lo mundial y lo local…. Por eso la UNESCO invita a los gobiernos, los organismos de las Naciones Unidas, las organizaciones de la sociedad civil, las instituciones docentes, las asociaciones profesionales y todas las demás partes interesadas a que multipliquen sus actividades en pro del respeto, la promoción y la protección de todos los idiomas, en particular de las que están en peligro, en cualesquiera situaciones de la vida individual y colectiva.»
Sr. Matsuura, Director General de la UNESCO
El Día Internacional de la Lengua Materna, fue proclamado por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en noviembre de 1999 (30C/62 Disponible en inglés).
El 16 de mayo de 2007, la Asamblea General en su resolución A/RES/61/266 exhorta a los Estados Miembros y a la Secretaría a «promover la preservación y protección de todos los idiomas que emplean los pueblos del mundo». En la misma resolución, la Asamblea General proclamó 2008 Año Internacional de los Idiomas, para promover la unidad en la diversidad y la comprensión internacional, a través del multilingüismo y el multiculturalismo.
El Día Internacional se ha observado cada año, desde febrero de 2000 para promover la diversidad lingüística y cultural y el multilingüismo. La fecha representa el día en 1952, cuando estudiantes que se manifestaban por el reconocimiento de su lengua, Bangla, como uno de los dos idiomas nacionales de la entonces Pakistán, fueron muertos a tiros por la policía de Dhaka, la capital de lo que hoy es Bangladesh.
Las lenguas son los instrumentos más poderosos para la preservación y el desarrollo de nuestro patrimonio cultural tangible e intangible. Toda iniciativa para promover la difusión de las lenguas maternas servirá no sólo para incentivar la diversidad lingüística y la educación multilingüe, sino también para crear mayor conciencia sobre las tradiciones lingüísticas y culturales alrededor del mundo e inspirar a la solidaridad basada en el entendimiento, la tolerancia y el diálogo.
Antecedentes
Los idiomas, con su compleja imbricación con la identidad, la comunicación, la integración social, la educación y el desarrollo, son factores de importancia estratégica para las personas y para todo el planeta. Sin embargo, a causa de los procesos de mundialización, pesa sobre las lenguas una amenaza cada vez mayor o, en algunos casos, algunas están desapareciendo completamente. Con la extinción de los idiomas mengua también la rica urdimbre de la diversidad cultural. Se pierden posibilidades, tradiciones, recuerdos, modalidades únicas de pensamiento y expresión, recursos valiosos necesarios para lograr un futuro mejor.
Es probable que más del 50% de los casi 7.000 idiomas que se hablan en el mundo desaparezcan en unas pocas generaciones y el 96% de ellos son la lengua hablada de apenas el 4% de la población mundial. Tan sólo unos pocos centenares de idiomas han tenido el privilegio de incorporarse a los sistemas educativos y al dominio público, y menos de un centenar se utilizan en el mundo digital.
La diversidad cultural y el diálogo intercultural, el fomento de la educación para todos y la creación de las sociedades del conocimiento son fundamentales para la labor de la UNESCO. Pero esos cometidos no son posibles sin un amplio compromiso internacional orientado a promover el plurilingüismo y la diversidad idiomática, lo que incluye la preservación de las lenguas en peligro de desaparición.
El Día Internacional de la Lengua Materna, fue proclamado por la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 1999. Anualmente, desde febrero de 2000, esta fecha es observada con el objetivo de promover el multilingüismo y la diversidad cultural.
En enero de 2006 la UNESCO creó un órgano de vigilancia estratégico (el equipo especial sobre las lenguas y el plurilingüismo, presidido por el Director General) y una estructura de vigilancia operativa (la red de centros de coordinación de los idiomas) para garantizar la sinergia entre todos los sectores y servicios preocupados por los idiomas. A través de esta combinación bien diseñada, reforzada y reactivada a partir de febrero de 2008 por la creación de un dispositivo intersectorial para las lenguas y el plurilingüismo, la Organización está trabajando a nivel internacional para promover los principios consagrados en o derivados de instrumentos normativos relativos a las lenguas y el plurilinguismo, y localmente para desarrollar políticas lingüísticas coherentes a nivel nacional y regional, de conformidad con su estrategia de mediano plazo.
El 16 de mayo de 2007, la Asamblea General, proclamó el 2008 como Año Internacional de los Idiomas, de conformidad con la resolución aprobada por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en su 33º período de sesiones, el 20 de octubre de 2005, e invitó a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura a ser el organismo coordinador de las actividades del Año.
La iniciativa no sólo aumentó la conciencia de los problemas relativos a las lenguas, sino además movilizó copartícipes y recursos en apoyo a la aplicación de las políticas y estrategias en pro de la diversidad lingüística y el plurilingüismo en todas las regiones del mundo.
Esta celebración llega en un momento en que la diversidad lingüística está cada vez más amenazada. El idioma es esencial para todos los tipos de comunicación; ahora bien, la comunicación es lo que posibilita el cambio y el desarrollo en las sociedades. El uso –o el desuso- de determinadas lenguas puede hoy abrir o cerrar puertas a amplios sectores sociales en muchos lugares del mundo.
En el ínterin, hay una conciencia creciente de que los idiomas desempeñan una función vital en el desarrollo, al garantizar la diversidad cultural y diálogo intercultural, pero también en el fortalecimiento de la cooperación y la consecución de la educación de calidad para todos, la construcción de sociedades del conocimiento integradoras y la preservación del patrimonio cultural, y en la movilización de la voluntad política con miras a aplicar los beneficios de la ciencia y la tecnología al desarrollo sostenible.