El desastre del Mar Aral

Ubicado entre Kazajistán y Uzbekistán, el mar Aral fue considerado, alguna vez, el cuarto lago más grande del mundo. Hasta mediados del del siglo XX, abarcaba una superficie de 66.000 km2., con  1100 km3 de agua dulce alimentado por los ríos Amu Daria y Syr Daria, y 14 millones de personas vivían de la pesca de las casi 40.000 toneladas de peces y del cultivo de las 550.000 hectáreas de tierras fértiles que había a su alrededor. Su nombre significaría algo similar a «Mar de Islas», debido a los 1500 islotes que había en el lago.


La situación hoy es completamente diferente y, una vez más, el hombre es el culpable.

Entre 1954 y 1960, la antigua Unión Soviética ordenó la construcción de un canal de 500 km desviando parte del agua de los dos grandes ríos de Asia Central, el Amu Daria en el sur y el Sir Daria en el noreste, que terminaban en el Mar Aral. El objetivo era desarrollar cultivos de regadío, convertirse en uno de los productores mundiales de algodón y no depender de otros países; de hecho, Uzbekistán es uno de los mayores productores exportadores en el mundo.

La calidad de los canales, que habían comenzado a construirse en 1930, era mala y había filtraciones o se evaporaba y se desaprovechaba una gran cantidad de agua. Con el paso de los años, el volúmen usado para el riego fue aumentando y los afluentes del Aral  fueron disminuyendo su nivel: entre 1961 y 1970, el nivel del mar descendió a un ritmo medio de 20 cm al año, en los 70 alcanzó los 50 cm y para los 80, se reducía una media de entre 80 y 90 cm cada año.

Como en 1968, un ingeniero soviético había dicho que «es evidente para todo el mundo que la desaparición del mar de Aral es inevitable», en la ex – URSS  no se sorprendieron cuando el mar comenzó a secarse.

Por supuesto, esto trajo una serie de problemas muy graves:

– A medida que el nivel del agua bajó, el mar de Aral se hizo más y más salado: veintiocho de las treinta especies naturales de peces han desaparecido, arruinándose la industria pesquera que, en épocas anteriores, daba empleo a más de sesenta mil personas.

– Algunos de los pueblos de pescadores han quedado a 60 km de la orilla del agua, lo que trajo desempleo y pobreza, que siguen en aumento.

– El Mar de Aral ya no regula las temperaturas de la región, por lo que los inviernos son más fríos, los veranos más calurosos y hay menos lluvias.

– Casi treinta mil km2 de lo que antes eran el fondo del mar, se transfomó es un desierto peligroso de arena y sal proveniente de ese lecho marino, lo que produce tormentas venenosas que ya mataron a casi toda la vegetación en 150 kilómetros a la redonda.

– Para cultivar algodón, se necesita gran cantidad de fertilizantes e insecticidas; éstos terminan en el mar, contaminando sus aguas hasta el punto de hacerlas muy peligrosas y pasando a formar parte, también del polvo que viaja en las tormentas.

–  Los casos de tuberculosis y hepatitis son el doble que en otras regiones cercanas; también hay siete veces más casos de cáncer de garganta y de otros tipos, infecciones intestinales y enfermedades respiratorias y de los ojos que los que había antes de 1960. La tasa de mortalidad infantil es la mayor de toda la ex – URSS.

Recién a mediados de 1980, Gorbachov comenzó a reconocer todos éstos problemas, lo que sirvió para que comenzaran a pensarse posibles soluciones para este terrible desastre y en 1990 se firmó un acuerdo entre los países de la zona y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente para salvar el mar de Aral.

Antes y Después

http://www.youtube.com/watch?v=2hu0Hr9eS_g
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