Islas Galápagos

El archipiélago de Colon, se encuentra a casi mil kilómetros de la costa de Ecuador y está formado por 13 islas grandes, 6 pequeñas y mas de 40 islotes. Tiene 21 volcanes de lo cuales 8 están activos y esa es la principal razón por la cual la cantidad de islas va cambiando (desaparecen algunas y aparecen nuevas) al igual que el paisaje (es muy diferente incluso de una isla a otra). Fueron descubiertas en 1535 de casualidad por el Obispo Fray Tomás de Berlanga, quien le puso Islas Galápagos porque, aparentemente, le pareció que las tortugas terrestres que habitaban algunas de las islas se parecían al galápago, silla de montar de las mujeres.

El origen de estas islas es, por supuesto, volcánico y tendrían entre 3 y 5 millones de años: en sus inicios fueron rocas candentes en las que obviamente no había ningún ser viviente, pero a lo largo de miles de años se fueron poblando de especies vegetales y animales que evolucionaron hasta convertirse en lo que son hoy: posee alrededor de 160 especies de pájaros, 130 de colibríes, 100 de lagartos y 324 especies de mamíferos y 220 especies de platas; en su mayoría, tanto flora como fauna, es endémica (no existen en otros sitios). Aún hoy se sigue investigando como llegaron estas especies al archipiélago, como lograron adaptarse y como fueron evolucionando, por lo que muchos lo llaman el “laboratorio viviente de la evolución”.

Además, otras características hacen de este archipiélago un lugar único: por su ubicación (la línea ecuatorial) debería tener un clima tropical y sin embargo, es fresco y cálido; relacionado con lo anterior, es el único lugar en el mundo ubicado en la línea del Ecuador en donde viven ballenas (en 1992, las Islas fueron declaradas Santuario de ballenas) y pingüinos (uno siempre se los imagina en el frío frío!). Todas estas son buenas razones para que la UNESCO la haya declarado también Patrimonio Natural de la Humanidad y más tarde, Reserva de la Biosfera.

Bahia Gardner

Para los amantes de la naturaleza y el buceo, es “el” lugar para visitar, ya que una característica de los animales de aquí es que suelen ser muy amigables por no tener enemigos naturales, por lo tanto, pueden verlos bien de cerca en su hábitat natural, ya sea caminando a su lado o nadando junto a tortugas marinas, manta rayas, pingüinos, leones marinos, delfines y tiburones. Vamos a ver cuales son algunos de los lugares recomendados.

La Isla Santa Cruz, es la más poblada; su ciudad principal, Puerto Ayora, es el centro turístico de todo el archipiélago con hoteles, casas de souvenirs, restaurantes, etc. Aquí se encuentra la Estación Científica Charles Darwin (se llama así porque allí consiguió mucho material para sus investigaciones) que se dedica a conservar el ecosistema del lugar y que pueden visitar; Los Gemelos, son dos depresiones de terreno circulares de unos 100 mts. de diámetro y 60 de profundidad, causadas por erupciones volcánicas, y también un túnel de unos 80 metros de largo creado por un río de lava con formas más que originales. Aquí es donde mejor se pueden ver las famosas tortugas gigantes, aunque no es la isla que se caracteriza por la variedad de animales.

En la Isla San Cristóbal, cerca del aeropuerto, está la Lobería, donde en la arena y en las rocas volcánicas, encontrarán leones marinos; hay que tener cuidado, ya que hubo muchos turistas que se acercaron demasiado para sacar fotos a las hembras y fueron mordidos por los machos. También se pueden observar las iguanas marinas negras que tienen incrustaciones salinas en la parte del cráneo y piqueros de patas azules; otra atracción, mas que nada fotográfica, es el León Dormido, una roca partida en 2 donde los barcos más pequeños pueden navegar entre ambas y donde colonias de aves marinas anidan en los acantilados.

Piquero de patas azules Iguana marina negra

En los 24 km2 de la Isla Santa Fe, podemos encontrar un bosque de cactus gigantes e iguanas únicas en el mundo, además de los lobos marinos y sinsontes de Galápagos.

Cactus gigante Iguana terrestre de Santa Fe

Para ver un verdadero paisaje volcánico, la isla Santiago, donde hay una gran cantidad de cráteres con flujos múltiples y formaciones de lava, que se pueden recorrer a través de unos senderos. También es el lugar ideal para poder observar a las focas peleteras (especie en extinción), iguanas, lagartijas de lava, tortugas marinas, entre otros.

Lagartija de lava

La vista más fotografiada y conocida es la de la Isla Bartolomé. Tiene hermosas playas donde nadar junto a pingüinos de Galápagos o más tortugas marinas. Allí, recomiendan hacer buceo en la Roca del Pináculo, donde hay peces tropicales y grupos de pingüinos cazando en las aguas.

Rábida tiene playas rojas, donde hay muchísimos lobos marinos y una laguna con flamencos y patillos; también encontramos los cactus gigantes y árboles de Palo Santo.

En la Isla Isabela se encuentran las iguanas más grandes; recomiendan visitar el lago, al que se llega a través de un sendero que también lleva hasta un cono volcánico y el muro de los lamentos. En los barrancos, todavía pueden verse «graffitis» hechos por los piratas que utilizaron esta isla como refugio durante los siglos XVII y XVIII.

Fernandina, la isla más joven, es la que tiene uno de los volcanes más activos del mundo, por lo que todavía puede verse lava fresca.

A este paraíso natural se llega exclusivamente en avión: las líneas aéreas ecuatorianas TAME y Aerogal tienen vuelos diarios desde Quito y Guayaquil a las Islas Galápagos (el pasaje sale alrededor de 400 dólares) y rara vez se puede llegar en barco (dicen que no vale la pena por el precio que tiene y el tiempo que lleva) y al llegar, cada visitante extranjero tiene que pagar 100 dólares. Como las especies se pueden ver todo el año, no hay una temporada alta para ello, pero si buscan playa y sol, lo ideal es ir entre diciembre y enero o de mayo a junio; luego de Semana Santa el turismo baja, provocando que todo sea más barato y en las fiestas de fin de año, ni se les ocurra llegar sin reservas! Un dato más que importante: el archipiélago es un gran Parque Nacional, las Islas San Cristóbal, Santa Cruz e Isabela son las únicas habitadas y las únicas que se pueden recorrer por cuenta propia; el resto, al estar protegido, solo pueden ser visitados con un guía certificado. Además, la única manera de poder pasar de una isla a otra, es contratar las embarcaciones especiales para eso.

Por supuesto, hay muchísimo más para ver; sin dudas, las Islas Encantadas son un espectáculo natural digno de visitar dada la variedad de su paisaje: el oscuro de la lava volcánica, el azul turquesa del mar, la arena blanca o roja de sus playas, y el verde claro de su vegetación convive con junto a las exóticas flora y fauna, haciendo de ellas un lugar único en el mundo.

Perni!, la única webcam que encontré, es una vista del interior de la Estación Científica Charles Darwin.

Bessos y nos leemos la próxima

Puerto Ayora

Isla Bartolo

 

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