Real de Catorce

En el estado de San Luis Potosí, México, a 254 km de la capital estatal, se encuentra esta población que forma parte del programa «Pueblos Mágicos». Aunque fue un importante pueblo minero, se transformó en uno «fantasma» que hoy se dedica al turismo y se mantiene vivo gracias a la fe.

 

«Real de Minas de la Limpia Concepción de los Álamos de Catorce», «Real de Minas de Nuestra Señora de la Purísima Concepción de los Álamos de Catorce» y «Real de Minas de Nuestra Señora de la Limpia Concepción de Guadalupe de los Álamos de Catorce» fueron los nombres del pueblo en diferentes períodos hasta que, finalmente, los vecinos terminaron llamándola simplemente Real de Catorce.

Con el respaldo de Silvestre López Portillo, Sebastián Coronado y Manuel Martínez descubrieron las vetas de plata en 1773 pero se considera la fecha de fundación en 1779, luego de que se encontraran las vetas mas ricas y comenzaran a llegar gran cantidad de mineros y aventureros. Las condiciones eran malas: no había agua ni caminos de acceso, por lo que dificilmente llegaban víveres.

El Virrey nombró a Portillo autoridad máxima de Real de Catorce; entre 1779 y 1784 organizó el pueblo e impulsó el trabajo minero con lo que se transformó en una de las minas mas prósperas, con las extracciones de  cobre, plomo, azufre, mercurio, asbesto y serpentina, además de la plata. Creció tanto que llegó a tener su propia casa de moneda.

Para 1795, tenía alrededor de 7000 habitantes y llegó a tener más de 30000 entre 1808 y 1810, cuando fue la segunda ciudad platera más importante del mundo. Pero la riqueza del mineral empezó a decaer en 1798 y con la guerra de la Independencia de 1810 la labor en muchas minas se abandonaron y los trabajadores fueron abandonando el pueblo.

Tuvo sus momentos de auge, pero el mejor periodo de Real fue entre 1885 y 1910, cuando se construyeron otro palenque de gallos, una plaza de toros y el Teatro Lavín, aparecieron diferentes periódicos, los comercios vendían productos importados, llegó el ferrocarril y se inauguró el famoso túnel de Ongario para comunicarlo con las comunidades vecinas.

Pero en 1910, todo cambió: se derrumbó el precio de la plata, se acumuló agua en los túneles y la situación política se tornó inestable; esta vez, las tareas en las minas se suspendieron definitivamente y nuevamente, la mayoría de los trabajadores abandonaron el pueblo. Mientras que en 1905 contaba con 14000 habitantes, para 1910 quedaban 2714 y el último censo en 2010 indica que hay 1392.

Real de Catorce se mantuvo vivo gracias a la agricultura, la ganadería y el turismo; recientemente, ingresó al programa de los “Pueblos Mágicos” de México, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales. «Un Pueblo Mágico es una localidad que tiene atributos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes, cotidianidad, en fin magia que emana en cada una de sus manifestaciones socio – culturales, y que significan hoy día una gran oportunidad para el aprovechamiento turístico».

Cuenta con servicios básicos de salud y  algunos hoteles, hospedajes y restaurantes para recibir a los peregrinos que llegan año a año para la fecha de San Francisco y para los ritos de los huicholes al peyote, quienes consideran que allí está la montaña sagrada donde encuentran la purificación.

Real de Catorce se caracteriza por su arquitectura, el aire limpio, el silencio, las casas de cantera  y los magníficos paisajes que lo rodean. Algunos de los lugares para visitar son:

Túnel de Ogarrio

El Túnel, de 2 km de largo y lo suficientemente angosto como para que haya solo una vía, es el principal acceso al pueblo y une al pueblo con la ciudad de Matehuala; fue inaugurado en 1901 y se dice que su constructor fue Vicente Irízar, un español. A lo largo, se pueden ver varias entradas tapadas que llegaban a bocaminas. Durante las fiestas de San Fracisco de Asís, se cierra el acceso para automóviles y micros.

Jardín Hidalgo

El corazón del pueblo, rodeado de árboles, comercios y restaurantes.

El templo de la Purísima Concepción

Comenzó siendo una capilla;  la primera piedra fue colocada el 14 de febrero de 1793 pero su construcción finalizó recién en 1817. Aunque poco después hubo un incendio, el padre Albino Enríquez logró restaurarla en 1939 y agregó una torre en la que colocó un reloj; el 12 de julio de 1942 fue la bendición. La primera imagen que se veneró en la capilla fue un óleo de 1,10 metros de ancho por 1,70 de alto de la Limpia Concepción que  en 1795 se reemplazó con otra de bulto de 1.60 metros de alto dedicada a la Purísima Concepción, patrona del pueblo.

Este templo de estilo neoclásico con elementos dóricos posee un gran órgano tubular de 1.200 flautas, un altar a San José, un óleo de la Virgen de Guadalupe de 1784 pero la imagen que más recibe visitas, especialmente los primero días de octubre, es la de San Francisco de Asís: su altar, de principios del siglo veinte, es de estilo neogótico y es una escultura de madera articulada. A la procesión asisten miles de personas, entre ellos, los que alguna vez vivieron en Real.

La Casa de la Moneda.

En 1863, se autorizó el establecimiento de la Casa de Moneda; don Santos de la Maza había conseguido un terreno disponible que se había utilizado para el expendio de carbón y ese mismo año comenzó la construcción e importó maquinaria de Filadelfia. Operó desde enero de 1865 a febrero de 1866.

Hoy en día, funciona como Casa de la Cultura, un espacio cultural y de formación artística donde se exhiben diferentes propuestas de artistas nacionales.

Plaza de toros

La primer Plaza de Toros fue construida para disputar las corridas como parte de los festejos para celebrar el ascenso al trono de Carlos IV en febrero de 1791, financiado por un joven italiano, dueño  de una de las minas. El polígono de ocho lados, se pintó de azul y blanco. En 1863, fue remodelada por un empresario que tenía un contrato para organizar las corridas, que le agregó el círculo que se ve en la actualidad. En él se presentaron desde peleas de gallos hasta espectáculos artísticos

La Capilla de Guadalupe

Su construcción data de 1770 y presenta una sencilla fachada de arco de medio punto, flanqueada por torres de un solo cuerpo casi sin ornamentación. Su interior es de planta de cruz latina y guarda un interesante conjunto de expresivas pinturas murales que reproducen varios temas religiosos.

Palenque de Gallos

Construido en cantera rosa y con la forma de un anfiteatro romano, fue construido en 1863; en él se presentaron desde peleas de gallos hasta espectáculos artísticos en sus mejores épocas. Actualmente, aquí se organizan eventos artísticos y culturales.

Por su historia, por sus calles, sus edificios y los paisajes que lo rodean, Real de Catorce es un destino que vale la pena visitar.

Nos leemos la próxima!

 

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