O-hashi: los palillos!
Los palillos, un par de pequeños palos puntiagudos de similar longitud, son los utensilios tradicionales usados para comer en Extremo Oriente (China, Japón, Corea y Vietnam), así como en Tailandia, donde están limitados sólo a las sopas y los fideos desde que el rey Rama V introdujera en siglo XIX los utensilios occidentales. Los palillos se fabrican normalmente de madera, bambú, metal, hueso, marfil y actualmente también de plástico. Se cree que en el palacio imperial chino se usaban palillos de plata para detectar veneno en las comidas reales.
Sujetos entre el pulgar y los demás dedos de la mano derecha, se usan como pinzas para coger porciones de la comida, que se lleva a la mesa en preparada pequeños trozos cortados al efecto, o para arrastrar el arroz y otras pequeñas partículas de comida a la boca desde el cuenco. Muchas normas de etiqueta dictan el correcto uso de los palillos.
Tradicionalmente los palillos se sujetan sólo en la mano derecha, incluso por los zurdos. (En el Lejano Oriente, así como en los países musulmanes, la mano izquierda se usa para las actividades higiénicas y la derecha para comer.) En la actualidad, los prejuicios en contra de comer con la mano izquierda están debilitándose, y por ende los palillos pueden sujetarse con cualquier mano.
¿Cómo se usan los palitos? (si, es mi mano y si, son mis ohashi)
Poner un palillo entre la palma y la base del pulgar, usando el dedo anular (el cuarto) para sujetar la parte inferior del palillo. Con el pulgar, empújese el palillo hacia abajo mientras el dedo anular lo sujeta hacia arriba. El palillo debe quedar inmóvil y muy estable.
Usar las puntas de los dedos pulgar, índice y mayor para sujetar el otro palillo como un lápiz. Las puntas de los dos palillos deben quedar alineados.
Girar el palillo superior arriba y abajo hacia el palillo fijo inferior. Con este movimiento puede tomarse comida de tamaño sorprendente.
Con suficiente práctica, los dos palillos actúan como un par de pinzas!
Los palillos son de diseño sencillo: simplemente dos varas delgadas (siendo las áreas de los extremos inferiores a un centímetro cuadrado, y variando la longitud), una ligeramente menor que la otra. Los extremos más pequeños son los que tocan la comida. En la práctica, su uso es una costumbre adquirida que suele exigir cierta experiencia. Además la comida asiática, que suele prepararse en trocitos más adecuados para cogerlos con pinza que para cortarlos o trocearlos, está generalmente adaptada para ser comida con palillos. Por ejemplo, el arroz suele prepararse en Oriente de forma que quede pegajoso, mientras que el preparado según recetas occidentales tiende a ser «suelto», siendo particularmente difícil de comer con palillos.
Hay varios tipos principales de palillos:
- Chinos: palillos largos de madera que se estrechan en una punta redonda
- Japoneses: palillos largos de madera que se estrechan en un extremo puntiagudo
- Coreanos: palillos cortos de metal que se estrechan en un extremo romo, aunque también los hay de madera
- Vietnamitas: palillos medianos, normalmente planos que se estrechan en un extremo romo, tradicionalmente de madera pero actualmente también de plástico.
El Hashioki (jap. lit. soporte de palillos) es un soporte de los palillos muy tradicional en cocina japonesa. Previene al mismo tiempo que se contaminen los palillos y que rueden por la mesa. En Japón, los Hashioki se emplean generalmente en las cenas formales y se colocan de frente y a la izquierda del cuenco. Los palillos se colocan en paralelo al borde de la mesa con las puntas mirando a la izquierda.
Ahora, suponete que no tenés hashiokis en casa y tenés una cena… les dejo una solución en origami, utilizando la envoltura de los palitos descartables ..
Para que se vean la cantidad de boludeces que puede hacer el ser humano, un tipo de la nasa tomando el té con ohashi en gravedad cero …
y hablando de té .. una publicidad japonesa de Té Verde … (mierda, o vuelvo a fumar o me vuelvo locoooooooooooo)
😥 hayyyyyyyyyyyyyy a mi me dio lastima ke mataran a los gusaniiiiiiiiitos 🙁 eso ya me amargo el dia chau